En la ciudad bonaerense de Pilar, la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, participó de un acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), a poco más de dos meses del intento de magnicidio sufrido en la puerta de su departamento de Recoleta.

Durante su discurso, la titular del Senado lanzó críticas al Macrismo, y remarcó:

«Voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo pueda organizarse en un proyecto de país que vuelva a recuperar la ilusión y la alegría».

Recordó que durante su segundo gobierno se recuperó el salario de los trabajadores, y defendió la implementación de una suma fija que es algo que no puede ir en contra de la negociación paritaria.

“El gobierno es el que tiene que terciar en los ingresos”, dijo respaldando la implementación de una suma fija para los trabajadores.

Además, la expresidenta pidió rediscutir cada punto del presupuesto para que sea equitativo y enfatizó que hay que representar y organizar al peronismo.

“Hay que rediscutir cada punto del PBI para que el presupuesto sea más equitativo (…) durante 12 años una Argentina en la cual los trabajadores podían ahorrar (…) hay recuperar lo que nos sacaron con falsas promesas”.

Sobre este punto, CFK se permitió lanzar algunos dardos hacia la cúpula de la CGT:

“Algunos movimientos sociales, durante el gobierno anterior, no veían mal la ayuda que recibían y algunos dirigentes de la CGT tampoco”.

De cara a lo que viene en 2023, CFK pidió lograr un consenso económico donde podamos discutir en la mesa los partidos, los sindicatos, las centrales empresariales, el modelo de país y cómo vamos a hacer para salir de esta economía bimonetaria.

Añadió que:

“El ministro de Economía (Sergio Massa) está haciendo un gran esfuerzo, administrando las consecuencias de lo que pasó”.

Por último, ratificó que es posible hacerlo porque ya lo hemos hecho. Al hacer alusión a las críticas que recibe por la fórmula que propuso en 2019 junto al presidente Alberto Fernández, contextualizó:

«Cuando el macrismo endeudó al país de una manera demencial yo tenía la responsabilidad, como la fuerza más representativa después de las elecciones del 2017, de que el peronismo ganará las elecciones. El escenario internacional era complejo». «¿En nuestro país cuál era la situación? Una dirigente que tenía que tomar una decisión y que no estaba muy acompañada que digamos. No es un reproche, es una descripción. Muchos decían que el ciclo de Cristina había terminado. Algunos movimientos sociales no veían tan mal las ayudas que recibían. Los dirigentes de la CGT no aparecían tan decididos de enfrentar esa políticas»

En ese contexto, la vicepresidenta afirmó:

«Tuve que tomar una decisión y no me arrepiento. Había que votar en contra de ciertas políticas, no de personas. La verdad es que es necesario representar y organizar no solo al peronismo, sino a aquellos que creen poder tener una sociedad más equitativa».