Por Red CAMCo – Comunicación

La Red CAMCo (Centro de Acción de Movimientos Comunitarios) está por sumar un nuevo hito a su historia de construcción colectiva: en los próximos días abrirá sus puertas un nuevo centro cultural en el sur de la ciudad de Rosario, una apuesta concreta por el derecho a la cultura como herramienta de transformación social.

La referente del espacio, Eva Chuard, compartió en una reciente entrevista con nuestro equipo de comunicación la emoción y el esfuerzo que implicó este proyecto: “La cultura es un acto revolucionario, y desde la organización siempre lo sentimos así. Abrir un centro cultural en estos tiempos es disputar sentidos, es recuperar el territorio, es reafirmar derechos”.

El espacio comenzó a gestarse en 2020, en plena pandemia y en un contexto donde, como señala Chuard, “muchos espacios culturales se cerraban y pocos apostaban a abrir nuevos”. Contra viento y marea, el equipo logró sostener el proyecto con convicción y trabajo colectivo: “Se nos cayeron muchos espacios. Fue difícil. Pero nunca dejamos de soñar”.

Cultura con raíz comunitaria

El nuevo centro cultural nace con una fuerte impronta territorial, apoyado en el paradigma de la economía social y solidaria. En sus primeros meses, contará con más de diez talleres culturales abiertos a la comunidad: desde danzas folclóricas y peruanas, hasta cerámica, yoga, lenguaje QOM y expresión corporal.

“Para nosotres, este espacio no es sólo arte. Es una forma de hacer política pública desde abajo, de resignificar el derecho a la cultura en clave de comunidad”, afirma Chuard.

Una red que crece

Con esta nueva apertura, CAMCo suma un nuevo espacio a su red de centros zonales a lo largo de la provincia de Santa Fe. Más que una inauguración, se trata de una declaración de principios: la cultura como bien común, como herramienta de resistencia y como lenguaje de lo colectivo.

Ubicado en la esquina de Gálvez y Sarmiento (Gálvez 1101), a pocos metros de 27 de Febrero y San Martín, el espacio ya empezó a convocar a vecinas y vecinos de diversos barrios. “No hay felicidad en soledad. Este proyecto se sostiene porque es colectivo, y porque creemos en la potencia de estar juntes”, resume Eva.

Próximamente se anunciará la fecha de la inauguración oficial, pero la emoción ya está en el aire. Y como dice Eva: “Cuando venís de abajo, leer, crear, compartir cultura… es siempre un acto revolucionario”.

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