En el marco de las actividades previas al Día Internacional de la Mujer, Victoria Stamati, coordinadora del Centro de Día Juntos a la Par, participó en una entrevista donde reflexionó sobre los avances y desafíos que enfrentan las mujeres, especialmente aquellas que trabajan en el ámbito de la discapacidad y los cuidados. La conversación, emitida en vivo, abordó temas como la feminización de los cuidados, la infantilización de las mujeres con discapacidad y las barreras que impiden a muchas mujeres participar en la marcha del 8M.
Stamati comenzó destacando la importancia de conmemorar el 8 de marzo no solo como una fecha histórica, sino también como una oportunidad para reflexionar sobre los hitos alcanzados y los derechos que aún faltan conquistar. «Para mí, el 8M es un momento de reconocimiento de aquellos logros históricos, pero también de aquellos desafíos que todavía tenemos por delante en términos de igualdad y derechos de las mujeres», afirmó.
Desde su rol en el Centro de Día Juntos a la Par, Stamati explicó que trabajan en el cuidado de las mujeres, promoviendo vínculos saludables y respetuosos, tanto entre mujeres como entre hombres y mujeres. «Es fundamental abordar estos temas desde una perspectiva de género, entendiendo que los cuidados no deben ser una carga exclusiva de las mujeres», señaló.
Uno de los puntos centrales de la entrevista fue la feminización de los cuidados, un fenómeno que, según Stamati, sigue relegando a las mujeres a roles asociados con la protección y el cuidado, especialmente en el ámbito de la salud. «En mi experiencia como terapista ocupacional, he visto cómo las disciplinas relacionadas con el cuidado están mayoritariamente ocupadas por mujeres. Esto refleja una sociedad que todavía asocia estos roles con lo femenino», explicó.
Stamati también reflexionó sobre las barreras que impiden a muchas mujeres participar en la marcha del 8M. «No todas las mujeres pueden llegar a la marcha. Algunas no tienen con quién dejar a sus hijos o hijas, otras no cuentan con los recursos económicos para movilizarse, y en algunos casos, hay personas en sus hogares que les impiden participar», detalló. Estas dificultades, según la coordinadora, son un reflejo de un sistema de cuidados que sigue siendo desigual y que recae principalmente sobre las mujeres.
Mujeres con discapacidad: doble vulnerabilidad
Uno de los temas más sensibles abordados en la entrevista fue la situación de las mujeres con discapacidad, quienes enfrentan una doble vulnerabilidad: por su género y por su condición. Stamati destacó que, en muchos casos, estas mujeres son infantilizadas, lo que limita su autonomía y su capacidad para tomar decisiones sobre sus propias vidas.
«Una mujer con discapacidad es tratada como si fuese una niña, lo que vulnera aún más sus derechos. Esto se agrava cuando hablamos de temas como la maternidad o la sexualidad, donde los prejuicios sociales limitan sus deseos y decisiones», explicó Stamati. Además, señaló que la sociedad suele imponer barreras adicionales a estas mujeres, como la idea de que no pueden ser madres o que no son capaces de tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
Stamati cerró la entrevista con un llamado a la conciencia y la acción, recordando que el 8M no es solo una fecha para celebrar, sino también para visibilizar las desigualdades que persisten. «El 8M nos invita a reconocer lo que hemos logrado, pero también a hacer agenda sobre lo que nos falta. Es una lucha que nos involucra a todos y todas, porque la igualdad de género es un tema que nos compete como sociedad», concluyó.
Convocatoria a la marcha del 8M
En el marco de esta reflexión, el Centro de Día Juntos a la Par y otras organizaciones invitan a la comunidad a sumarse a la marcha del 8 de marzo, que se realizará en diferentes puntos del país. El evento busca visibilizar las demandas de las mujeres y reafirmar el compromiso con la lucha por una sociedad más justa e inclusiva.