Uno de cada cuatro inquilinos (26,7 por ciento de los encuestados) debió rescindir el contrato por no poder afrontar el precio del alquiler, mientras que en el mes de junio esta situación representaba el 15 por ciento. Así lo reveló un informe socioeconómico de la Encuesta Nacional Inquilina.
En tanto, el relevamiento indica que solo el 14,8 por ciento está bajo las condiciones de la Ley de alquileres (un plazo de tres años y actualización anual por el Índice de Contratos de Locación).
Asimismo, en septiembre de 2024, el 44,5 por ciento de los ingresos totales del hogar se destina a pagar el alquiler más las expensas, sin considerar impuestos y tarifas de servicios públicos. En el caso de aquellos alquileres que iniciaron después de la entrada en vigencia del DNU 70/2023, la incidencia asciende al 49,8 por ciento.
“Son los sectores medios los que tienen mayor proporción de inquilinos”, señala Eduardo Donza, investigador del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA).
Gran parte de la clase media integra el 53% de la población argentina que está en situación de pobreza.
Otro dato es que los contratos iniciados en el año 2024 bajo el DNU 70/2023 pagan hasta un 35% más que aquellos que comenzaron en el marco de la Ley de Alquileres. En algunas provincias como en Santa Fe, alcanza hasta una diferencia del 40 por ciento.
En los contratos firmados a partir del DNU, el plazo de tres años ya sólo se presenta en el 7,2 por ciento de los casos. Como contrapartida, creció fuertemente la participación de contratos de alquiler cortos.
Por último, la amplia mayoría (más del 80 por ciento) respondió que la situación de la vivienda y la evolución de sus salarios/ingresos son los principales motivos de preocupación en la actualidad. Luego siguen las tarifas.